Ser un conductor de carga pesada implica muchas vivencias, algunas de ellas esperadas y otras no tanto, como tener que enfrentar cambios climáticos drásticos que podrían complicar el camino. 

 

La extensión territorial de nuestro país posee una diversidad vial, lo que permite la posibilidad de encontrarnos con carreteras lodosas y arenosas. Compartir con conocedores de la conducción de carga pesada, nos hace saber lo difícil que es transitar por vías lodosas, es por ello, que hemos preparado estos consejos.

 

 

  • Evalúa la zona

 

Las zonas lodosas no llegan a nuestro camino por sí solas, vamos conduciendo y el camino nos va mostrando cambios que alertan un posible tránsito lodoso. 

 

Al llegar a este punto, considera estudiar visualmente el área, busca rastros de vehículos que ya han pasado para analizar qué tan profundos son los surcos. Si notas estos (los surcos) son tan grandes como  el chasis de tu cambio, es momento de replantear el acceso a tu destino.

 

 

  • Prepárate

 

Antes de aventurarte al camino, es importante considerar un plan B en caso de quedarte atascado, como tener a la mano herramientas que te ayuden a salir de allí, tales como pala, conjunto de tableros y correa de remolque. 

 

Disminuir la presión de las llantas o neumáticos en el caso de que el fondo del lodo se visualice muy blando, es una buena idea antes de entrar a la batalla lodosa, esta técnica permite mejorar el agarre y facilita la conducción. Sin embargo, cuando la base lodosa se visiona compacta, lo mejor es tener una presión de neumáticos óptima. 

 

 

  • Vamos a la acción

 

Conducir sobre una zona lodosa es muy distinto a hacerlo en vías pavimentadas, por lo tanto, debes elegir una marcha suficiente como para tener impulso sobre el barro sin llegar a esforzar el vehículo. Generalmente la marcha ideal suele ser entre segunda y tercera. 

 

Si tu camión tiene bloqueo de diferencial trasero, enciéndelo antes de empezar el camino lodoso. Si en cambio, cuentas con un bloque de diferencial delantero, también puedes aplicarlo, aunque puede dificultar un poco más la conducción. 

 

 

  • Toma decisiones correctas

 

Quedarse atascado es una posibilidad latente, por lo tanto, si te pasa lo primordial es mantener la calma. Existe una alta probabilidad de que el atasco sea producto de la acumulación de barro en la parte delantera de los neumáticos, una situación que te impide avanzar, en este sentido, retrocede unos cuantos metros y avanza nuevamente, esta vez con mayor impulso. 

 

Si el atasco no permite la movilización del vehículo, puede deberse a la excesiva acumulación de lodo en la parte de abajo del camión. En esta situación, debes proceder a retirar el barro (enfócate especialmente en los escalones laterales, placa de protección y los diferenciales) con ayuda de una pala e intentar agarrar un poco de impulso y pon en marcha nuevamente. 

 

Si aún así no puedes salir, ubica el conjunto de tableros de recuperación o tracción según la marcha que vayas a realizar, es decir, si vas a seguir avanzando, acuña los tableros en la parte frontal de los neumáticos delanteros, si por el contrario vas a retroceder, entonces acuñalos detrás de las llantas traseras e intenta la salida en reversa.

 

Si en tu caso tienes compañía de vehículos con la potencia suficiente para remolcar tu camión, entonces es momento de aplicar las medidas de seguridad para este procedimiento. 

 

Estar a bordo de un camión no nos hace exentos de un atasco, aunque el tipo de llantas puede ayudar mucho a proporcionar un mejor agarre, el peso del vehículo y la carga juegan en nuestra contra, por lo que se hace necesario que de forma preventiva cargues siempre a bordo el equipo requerido para un procedimiento de desatasco.