¿Cómo la maquinaria de construcción eléctrica está revolucionando la industria?
Los sitios de construcción generan cientos de millones de toneladas de CO₂ cada año. El uso de equipos eléctricos, tanto camiones como maquinaria de construcción, puede ayudar a reducir estas emisiones, además de disminuir la contaminación del aire y el ruido en las ciudades. Con la proliferación de zonas de bajas emisiones, el momento para el cambio es ahora. Pero, ¿cómo se está electrificando la industria de la construcción?, ¿quiénes están liderando este cambio?, y ¿qué se debe considerar al hacer la transición?
Se estima que el 13% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo provienen de la construcción. Estas emisiones provienen de diversas actividades dentro de la industria, desde la producción de cemento y acero hasta el transporte y la demolición. Sin embargo, las emisiones generadas directamente en los sitios de construcción también son significativas: 400 millones de toneladas de CO₂ al año, lo que equivale al 1,1% de las emisiones globales, provienen únicamente de la maquinaria de construcción. A pesar de esta gran cantidad, la electrificación de la maquinaria, incluidos camiones y equipos de construcción, está ayudando a reducir estas cifras.
Hoy en día, los sitios de construcción electrificados están dejando de ser una idea futurista para convertirse en una realidad. De hecho, en algunos proyectos, la tecnología eléctrica ya ha demostrado ser una opción versátil en todas las etapas del proceso, desde la creación de infraestructuras hasta la demolición. Un ejemplo destacado es la ciudad de Oslo (Noruega), donde se estima que el 98 % de los sitios de construcción son libres de combustibles fósiles, y casi una cuarta parte de ellos opera con electricidad.
Los sitios de construcción sin emisiones de escape no solo reducen la huella de carbono de la industria, sino que también ayudan a mejorar la calidad del aire y disminuir la contaminación acústica en las ciudades, creando mejores condiciones de trabajo. Además, demuestran que la construcción eléctrica ya es una opción viable para empresas de todo el mundo. No solo se trata de construir infraestructuras, lugares de trabajo y viviendas, sino de materializar una visión de futuro con espacios más seguros, silenciosos y sostenibles, donde las baterías alimentan los procesos que darán forma a las ciudades del mañana.
Ciudades a la vanguardia
Gustav Boberg, especialista en electromovilidad y soluciones sostenibles en Volvo Construction Equipment, explica: “En 2019 anunciamos nuestra intención de desarrollar maquinaria de construcción electrificada y decidimos detener la fabricación de máquinas diésel en el segmento de menor tamaño”.
Ese mismo año, Volvo presentó en la feria Bauma en Alemania sus primeras máquinas de construcción eléctricas: una excavadora compacta y una cargadora de ruedas. Estas máquinas fueron introducidas gradualmente en distintos mercados a partir de 2020, destacándose por su idoneidad para trabajos en el centro de las ciudades. “Los municipios y ciudades suelen tener objetivos de sostenibilidad que deben cumplir, y la construcción eléctrica les permite alcanzar esas metas climáticas”, comenta Boberg.
El crecimiento de la movilidad eléctrica en las ciudades también impulsa la necesidad de infraestructura adaptada. Boberg señala: “Tenemos un lema: ‘Construir con electricidad’. Vemos estaciones de carga surgiendo por toda Europa para la industria automotriz, y tiene mucho sentido construirlas con equipos eléctricos. Para acelerar la transformación, necesitamos colaboración estrecha con proveedores de energía, empresas de servicios públicos y autoridades locales. El cambio real requiere alianzas significativas”.
El papel de los camiones eléctricos en la transformación
Muamer Music, líder del segmento de construcción en Volvo Trucks, pasa mucho tiempo en obras y en contacto con actores clave de la industria para comprender sus necesidades y percepciones sobre la maquinaria y los camiones eléctricos.
“Ya hay camiones eléctricos operando en sitios de construcción en todo el mundo”, señala. “Para las empresas constructoras, adoptar estos vehículos envía un mensaje claro a sus clientes: están comprometidos con la sostenibilidad. Además, la transición a lo eléctrico puede ser más sencilla de lo que parece y satisfacer todas sus necesidades operativas”.
Music explica que, una vez que los dueños y conductores prueban un camión eléctrico, suelen quedar convencidos de sus ventajas. Sin embargo, cambiar de mentalidad lleva tiempo. “Uno de los mayores temores es que el camión se quede sin batería en plena operación. Nuestros clientes conocen los problemas típicos de los motores diésel, pero la tecnología eléctrica aún es relativamente nueva para ellos. En la construcción, también surgen preguntas sobre la compatibilidad de componentes como volquetes y grúas con los camiones eléctricos”, comenta.
Ventajas de la electrificación
A pesar de estos desafíos, Music destaca que los camiones eléctricos tienen una ventaja clave: su tren motriz es más simple y requiere menos mantenimiento. “En los camiones eléctricos, hay menos componentes que pueden fallar, y la mayoría de las actualizaciones se pueden hacer de forma remota a través de la nube. Además, realizamos pruebas exhaustivas para garantizar su rendimiento. Es cierto que las temperaturas extremas pueden afectar la capacidad de la batería, pero ayudamos a nuestros clientes a planificar su carga y les proporcionamos soluciones como bancos de energía y cargadores rápidos”.
El miedo a la autonomía también se presenta en la construcción, pero no tiene por qué ser un problema, especialmente en entornos urbanos. “La mayoría de los trabajos pueden realizarse con cuatro baterías, ya que no se opera durante todo el día sin interrupciones. Planificando la carga en turnos, se puede trabajar sin inconvenientes. En promedio, estos camiones recorren entre 100 y 150 km diarios antes de regresar al depósito para recargar”, explica Music.
En cuanto a la carga, las pausas programadas son oportunidades ideales para recargar las baterías. “No hay problemas de capacidad si se tienen en cuenta los tiempos de carga. También vemos cada vez más cargadores rápidos disponibles. Si se cuenta con un banco de energía en la obra, se pueden cargar los camiones allí, y estos mismos cargadores pueden utilizarse para maquinaria de construcción eléctrica”, agrega.
Los camiones eléctricos son ideales para grandes proyectos de infraestructura y demoliciones, facilitando el transporte de materiales con volquetes especializados. En el ámbito de la edificación, el transporte de arena y grava es especialmente eficiente con esta tecnología. “Incluso los camiones mezcladores pueden operar con baterías independientes, aunque también estamos optimizando el uso de toma de fuerza eléctrica para que no sea un costo adicional para los clientes. Además, se pueden usar conectores de carga de corriente alterna y continua en las obras”, explica Music.
¿El futuro de la construcción eléctrica?
Actualmente, la construcción urbana es la principal impulsora de la electrificación, en gran parte debido al aumento de las zonas de bajas emisiones en Europa, que este año superarán las 500. Solo las empresas que adopten tecnología eléctrica podrán operar en estos entornos.
A medida que crece la demanda, los productos eléctricos seguirán evolucionando, mejorando su autonomía y capacidad energética. Music comenta: “En cinco años veremos avances significativos en los productos. Sin embargo, un camión Volvo que compres hoy seguirá en uso dentro de cinco años y más allá, durante toda su vida útil”.
Sitios de construcción eléctricos
La tecnología ya está aquí y la mentalidad está cambiando. Ahora, es fundamental mantener el impulso. “Estar en una obra es la mejor parte”, dice Gustav Boberg. “Ver la maquinaria operando en cualquier condición climática demuestra que estamos en la vanguardia del cambio”. Boberg concluye: “La construcción no se electrificará de la noche a la mañana, pero dentro de cinco años veremos qué países lideran la transformación. Y este proceso no se detendrá”.
Cada proyecto de construcción exitoso con tecnología eléctrica no solo es un trabajo bien hecho, sino también una prueba de que esta tecnología puede reemplazar, e incluso mejorar, el rendimiento de la maquinaria diésel. Se trata de un gran avance para las empresas, el medio ambiente y la sociedad. “La construcción nunca se detendrá. Seguiremos desarrollando infraestructura, renovando edificios antiguos y creando nuevos espacios. Y para ello, necesitamos camiones y maquinaria”, concluye Music.