5 efectos negativos del ralentí excesivo en tu maquinaria

 

Dejar el motor encendido sin trabajar durante mucho tiempo puede ser más perjudicial para los motores diésel de lo que muchos operadores creen. Aunque parezca una forma inofensiva de mantener la máquina lista para su uso, los períodos prolongados de ralentí pueden causar daños a largo plazo e ineficiencias que afectan tanto el rendimiento del equipo pesado como tu rentabilidad. 

Aquí tienes 5 formas en que el ralentí excesivo puede perjudicar un motor diésel: 

1. Acumulación de carbono: El ralentí prolongado puede provocar una combustión incompleta, lo que genera acumulación de carbono en el motor, especialmente en el sistema de escape, el turbocompresor y los cilindros. Con el tiempo, esto reduce el rendimiento y la eficiencia del motor. 

2. Contaminación del combustible: Cuando un motor diésel permanece en ralentí por largos períodos, no alcanza su temperatura óptima de funcionamiento. Esto puede causar que el combustible no quemado diluya el aceite del motor, lo que incrementa el desgaste de los componentes internos. 

3. Mayor desgaste del motor: Los motores diésel están diseñados para funcionar bajo carga. El ralentí genera condiciones de baja presión en los cilindros y lubricación reducida, lo que acelera el desgaste del motor. A la larga, esto se traduce en altos costos de mantenimiento. 

4. Mayor consumo de combustible: El ralentí innecesario desperdicia combustible sin realizar ningún trabajo productivo, lo que perjudica la economía de combustible y aumenta los costos operativos. 

5. Emisiones y daño ambiental: El ralentí incrementa las emisiones de contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx) y material particulado, que contribuyen a la contaminación del aire. 

También es importante tener en cuenta que el ralentí innecesario acumula horas en la máquina sin que esta esté trabajando realmente. Esto es más una cuestión comercial que de mantenimiento, pero al momento de vender o intercambiar la máquina, esas horas extras podrían reducir su valor de reventa. 

La buena noticia es que existen prácticas simples que los operadores de maquinaria pesada y los administradores de flotas pueden aplicar para reducir el tiempo en ralentí y sus impactos negativos: 

Calienta el motor bajo carga: Evita los calentamientos prolongados en ralentí. En su lugar, permite que el equipo se caliente aumentando gradualmente la carga durante los primeros minutos de operación. Esto ayuda al motor a alcanzar su temperatura óptima más eficientemente. 

Enfría después de un uso intensivo: Antes de apagar el motor, especialmente tras un uso exigente, deja el equipo en ralentí durante 3 a 5 minutos para enfriar el turbocompresor. Esto previene el sobrecalentamiento y prolonga la vida útil del turbo. 

Establece un límite de tiempo en ralentí y usa apagado automático: Muchas máquinas pueden estar en ralentí entre el 40 y el 60% del tiempo operativo. Aunque algo de ralentí es necesario, el exceso puede volverse un hábito costoso. Usa sistemas automáticos que reduzcan las revoluciones al ralentí cuando los controles están inactivos por un período definido, y busca funciones de apagado automático que detengan el motor si ha estado en ralentí más allá de cierto tiempo. 

Utiliza programas de telemetría: Muchos equipos de construcción usan sistemas de telemetría que rastrean y reportan los tiempos de ralentí. Revisa estos datos regularmente para ajustar los ciclos operativos de tus máquinas y aumentar la productividad. También puede ayudarte a identificar operadores que necesitan capacitación adicional. 

Evita el ralentí para controlar la temperatura de la cabina: En lugar de mantener el motor encendido solo para calentar o enfriar la cabina, equipa las máquinas con unidades de potencia auxiliar (APU) o sistemas de climatización a batería. Esto puede reducir drásticamente el consumo de combustible durante descansos o tiempos de espera. 

Mantén los filtros limpios: El mantenimiento regular, como el cambio de filtros de aire y combustible, asegura que los períodos de ralentí causen menos daño, ya que el motor funcionará de manera más eficiente. 

Capacita a los operadores sobre el impacto del ralentí: Asegúrate de que todos los operadores estén informados sobre los riesgos del ralentí excesivo, incluyendo su efecto en el rendimiento del motor, la eficiencia del combustible y las emisiones. Refuerza la importancia de apagar el motor cuando no se esté utilizando el equipo. 

Reduce el calentamiento en ralentí en clima frío: Usa calentadores de bloque para precalentar el refrigerante del motor, lo que reduce la necesidad de largos períodos de ralentí y permite un calentamiento más rápido y eficiente. 

En climas fríos, utiliza diésel de baja temperatura: En ambientes fríos, usa diésel de invierno o aditivos que prevengan la solidificación del combustible, reduciendo así la necesidad de calentamientos prolongados. 

Aplica estos consejos no solo para prolongar la vida útil de tu equipo, sino también para mejorar la eficiencia del combustible, reducir costos operativos y minimizar tu impacto ambiental.