El embrague o clutch es una pieza súper importante que conecta las orientaciones de marcha ordenadas por el conductor al motor y este último envía esa misma formación a las llantas, logrando de este modo, hacer que el vehículo ande según la potencia que indica el chófer. 

No obstante, el embrague puede ponerse duro o difícil de presionar, una situación que puede deberse a diversas razones, aquí te dejamos las más comunes. 

1. Pedal desembragado 

 Es una situación bastante común, sobre todo cuando has realizado recientemente un cambio de embrague o de bomba de freno, sin embargo, es fácil de arreglar, solo tendrás que verificar el pedal y si este no calza bien, entonces procede a ajustarlo, hasta que quede estable cuando descansa. 

2. Defectos en el balancín de embrague

El balancín es una palanca que se encarga de enviar presión al cojinete de desembrague. También es considerado una de las causas más comunes de que el embrague se vuelva duro, una situación que puede deberse a que esta pieza se doble o tenga desgaste. 

Cuando el balancín no funciona correctamente, todo el sistema de transmisión se ve afectado, debido a que está conectado a diversos cables y a la horquilla. 

3. Fallas en el cableado de embrague

Generalmente, el pedal de embrague está conectado a muchos cables que transmiten información a otras piezas del sistema, no obstante, el constante uso y presión que se ejerce sobre él, puede afectar la estructura interna y externa de estos conductores o cables. Por lo tanto, suele ser también una de las causas más frecuentes de mal funcionamiento del clutch. 

El cable tiene como función tirar el enganche para desembragar una vez que se pisa el pedal, no obstante, cuando está roto o muy largo, se desacopla, lo que hace necesitar mayor presión para poder completar la acción. 

4. Pedales obstruidos

Una situación bastante común y que poco imaginamos es que, pueda quedarse atascado algo debajo del pedal, por ende, hace que esté más duro y difícil de completar su función. 

Si sientes el embrague duro, antes de ir al técnico, date una chequeada por debajo del pedal, quizás la solución sea solo retirar un pequeño objeto que hayas olvidado en tu camión y que por accidente haya terminado atascado allí. 

Por su parte, debes saber que aunque parezca insignificante, pero fácil de solucionar, forzar cualquiera de los pedales (embrague, acelerador o de freno) con un objeto debajo, podría resultar muy perjudicial, a tal punto, de partir el pedal o incluso poner en riesgo la seguridad al conducir. 

5. Cojinete defectuoso

El cojinete de desembrague tiene como finalidad impulsar los dedos del plato de presión para producir la separación del embrague e incentivar los giros que determinan las diferentes velocidades. Con el tiempo, esta pieza pierde lubricación y empieza a desgastarse, lo que posiblemente puedes notar con señales como ruidos inusuales que aparecen cuando pisas el embrague y desaparecen cuando lo sueltas. 

6. Falta del muelle de asistencia del embrague

Los vehículos más nuevos cuentan con asistente del embrague, es decir, un resorte que facilita la presión que se ejerce sobre el pedal, el cual, con el tiempo se desgasta o produce una separación en el centro que hace sentir el pedal poco firme al momento de accionarlo. 

El embrague es una pieza fundamental en todo tipo de vehículo sincrónico, tenerlo en óptimas condiciones nos garantiza un buen desenlace de las estructuras que se conectan con el motor para producir la marcha de nuestro camión, lo que resulta altamente fundamental para evitar inconvenientes a lo largo del camino.