Consejos para reducir tu huella de carbono con Volvo

Consejos para reducir tu huella de carbono con Volvo

En Volvo no solamente nos preocupamos por el rendimiento de nuestros productos, también trabajamos en favor del medio ambiente.

 

Hoy en día el planeta en el que vivimos, se encuentra en una situación extremadamente delicada, por ello, todos debemos poner nuestro granito de arena para mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras.

 

Tú, volvero, que te la pasas en la carretera o por los mares, ¿Sabías que puedes reducir la cantidad de emisiones tóxicas liberadas por tus vehículos Volvo al aire, simplemente con utilizar repuestos genuinos con el sello de calidad?

 

¿Qué tanto es el daño que pueden generar las emisiones?

 

En un trabajo presentado por Carlos Gutiérrez García, para la revista Énfasis Logística Sudámérica, se dijo que a nivel mundial, el sector de transporte aporta entre el 10% y 20% de los gases de efecto invernadero” (como el CO2 y otros derivados). Este impacto se conoce como “huella de carbono”.

 

La huella de carbono es un concepto basado en la evaluación de desechos producidos a partir de algún proceso, ya sea industrial o de consumo, donde se mide la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI). Es así, como se puede medir la huella de carbono de una sociedad, a partir de sus hábitos de consumo, de los procesos de fabricación de cualquier producto o de los medios de transporte o distribución.

 

¿Cómo puedo reducir mi huella de carbono?

 

Los vehículos Volvo funcionan mejor pues están diseñados para operar de una manera más conservadora y más eficiente. Además, todas las piezas dentro de los vehículos cuentan con el sello de calidad de un repuesto genuino Volvo. Así, se asegura el mejor funcionamiento de los componentes del camión. 

 

Sin embargo, no basta solamente con tener un equipo completamente equipado, esto debe de combinarse también con una conducta de conducción eficiente: cómo arrancar, cuándo empezar a frenar y mantener una velocidad adecuada pueden reducir el consumo del carburante utilizado y, por lo tanto, las liberación de emisiones tóxicas. Estadísticamente la conducción eficiente permite ahorros de combustible de hasta un 10% según la guía de Conducción eficiente de vehículos industriales del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España).